viveros urbanos
Localización : Santiago, Chile
Año Proyecto : 2015
Superficie : 600 m2
Arquitecto : Cristián Larraín Bontá
Colaborador : Sebastián Muñoz
Actualmente, el metabolismo de la ciudad ha ido cambiando exponencialmente, y con ello, la configuración del espacio urbano. El centro de la ciudad ha transformado sus calles en vías motorizadas, relegando a un segundo plano su condición de espacio público. A su vez, la edificación de la manzana tradicional ha dejado diversos paños de terreno sin construir, sitios eriazos privados que se convierten en espacios abandonados, deprimidos e inseguros, que van desdibujando el paisaje visual de la ciudad. La densificación ha llevado a maximizar los m2 construidos, reduciendo al mínimo el espacio comunitario de plazas y parques, y con ello, la falta de vegetación en el centro de la ciudad.
El proyecto propone hacerse cargo de ese espacio-temporal mediante la implantación de viveros urbanos. La condición temporal de ambas situaciones, provoca un punto de integración en el que arrendando a privados los sitios eriazos por un tiempo definido, se puedan crear viveros con plantaciones temporales.
Como consecuencia, se crean espacios públicos de interacción social, cuyo paisaje natural permita reducir CO2, y que a su vez, cargue de nuevas actividades programáticas creando nuevos escenarios urbanos de uso público para la ciudadanía.